21 agosto 2015

Paseo de la Ribera


Puente Romano desde Paseo de la Ribera
Paseo de la Ribera
El Paseo de la Ribera de Córdoba (España) es un avenida peatonal que se encuentra sobre la muralla de encauzamiento del río Guadalquivir en su margen derecha a su paso por el núcleo antiguo de la ciudad, cuya calzada formaba parte de la carretera nacional N-IV hasta su circunvalación.
El Paseo de la Ribera comienza en la plaza de la Cruz del Rastro y termina en la Ronda de los Mártires. Tiene en su vertiente norte la calle Enrique Romero de Torres, la calle Consolación así como la calle Noques.
Es llamada Ribera en el plano de 1851, aunque hasta entonces era conocido como Ribera de Curtidores por los muchos establecimientos de este oficio que existía en el barrio. Fue durante parte del siglo XIX y del siglo XX un gran paseo para los cordobeses en las tardes de verano, por su cercanía al río. Conoció la Iglesia de San Nicolás de la Ajerquía, cuyo solar aún mantiene una de las puertas de entrada particulares.
Asimismo es de destacar que en la calle Enrique Romero de Torres, construida a principios del siglo XX, se celebraba la feria del ganado de la plaza del Potro. Un callejón unía ésta con el paseo de la Ribera, dando forma a un edificio donde se situaba una casa de mancebía así como el Mesón de la Madera.
Paseo de la Ribera
Historia
Construido a principios del siglo I d.C., durante la época romana, sobre el río Guadalquivir (probablemente sustituyendo a uno más primitivo de madera), tiene una longitud de unos 331 metros y está compuesto por 16 arcos de los 17 que había originalmente. Fue un importante medio de entrada a la ciudad desde la zona sur de la península Ibérica por ser el único punto para cruzar el rio sin utilizar ningún tipo de embarcación. Probablemente la Vía Augusta que iba desde Roma hasta Cádiz pasaba por él.
Desde la época de la Reconquista encontramos en un extremo la torre defensiva de la Torre de la Calahorra y en el otro la Puerta del Puente, realizado por orden de Felipe II por el arquitecto Hernán Ruiz III en 1572. En el mismo podemos encontrar la escultura de San Rafael del Puente Romano, que data de 1651, obra del escultor Bernabé Gómez del Río.
En siglos recientes, el Puente Romano se convirtió en el acceso de entrada a la ciudad para los viajeros que acudían desde el sur de la ciudad. No en vano, se situaba al final del puente en la Puerta del Puente, el fielato sur de la ciudad (Oficina a la entrada de las poblaciones en la cual se pagaban los derechos de consumo). Además, el Puente Romano fue parte integrante de la Nacional IV, siendo atravesado por aquellos viajeros que bajaban desde el centro de España hacia la zona sur, siguiendo su uso como vía de transporte hasta el 1 de mayo de 2004 cuando se cierra al tráfico de forma definitiva.

Torre de la Calahorra. Era la entrada a Córdoba desde el Sur
Reformas
A lo largo de su historia ha sufrido numerosas reconstrucciones, principalmente una en la época califal, una después de la reconquista otra a principios del siglo XX. Estos arreglos fueron más de carácter estético que estructurales. De hecho, sólo el arco número 14 y número 15 (comenzando a contar desde la Puerta del Puente) son originales. Ramírez de Arellano comenta lo siguiente:

Durante estos siglos se han hecho nuevos diferentes arcos en tiempo de don Pedro el Cruel, de los Reyes Católicos, en el siglo XVII y en el XVIII, en que le compusieron también los trozos de murallas que lo entiban a la salida del mismo. En 1702 se hicieron los dos últimos arcos bajo la dirección de Tomás Ortega y Francisco Agustín; en 1703 se solaron varios arcos, entre ellos el real, vulgarmente hondo, siendo corregidor don Francisco Antonio Salcedo y Aguirre, que cuidó mucho de esta obra; otro arco se reedificó en 1705, y por último, en 1780, el ingeniero don Bernardo Otero le hizo nuevos los pretiles o antepechos.

El 9 de enero de 2008 termina la última reforma del puente hasta la fecha, y una de las más radicales y que más polémica levantó. Dirigida por el arquitecto cordobés Juan Cuenca Montilla, la restauración no estuvo exenta de polémica debido al carácter ambicioso del proyecto que quiso devolver al puente un aspecto lo más parecido posible al original. Para ello, se limpiaron los tajamares, se descubrieron los sillares originales, se sustituyó el adoquinado por un suelo liso de granito y se rehabilitó una hornacina existente dedicada a San Acisclo y Santa Victoria. Igualmente, se recuperó el nivel original del extremo norte del puente, enrasado con la Puerta del Puente y el Paseo de la Ribera
Puente Romano en su tramo central
Elementos ornamentales
Debido a las continuas reformas que se han venido llevando a cabo en el Puente Romano durante los años de historia del puente, se desconocen muchos de los elementos ornamentales que se tuvieron a lo largo de la historia. Sin embargo, sí es posible detallar algunos de los elementos existentes desde el siglo XIX y siglo XX.
Es de destacar el San Rafael del Puente Romano, estatua de San Rafael que data de 1651 y que se encuentra en el centro del Puente Romano, la Hornacina de los Patrones, el pretil así como los bancos
Como nota anecdótica en el año 2002 y con motivo del rodaje de la película Carmen, se cambian las farolas existentes por otras iguales aunque de distinto material.
Torre de la Calahorra: Nivel superior almenado
Entorno
El entorno del Puente Romano mantiene una singularidad destacable. El Puente Romano se encuentra enclavado dentor del Sotos de la Albolafia, junto a un conjunto de molinos entre los que destacan, el también recientemente reformado Molino de San Antonio, así como la conocida albolafia o molino de agua, que es el que aparece en el escudo de la ciudad.
Promesa de amor eterno

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