La Cuesta del Bailío (1)
fue históricamente una de las comunicaciones de Córdoba entre la ciudad
alta (Medina o Villa) y la baja (Axerquía) que atravesaba la muralla de
origen romano. Hasta 1711 hubo un Arco que dio nombre a esta zona (Arco
o Portillo de Corbacho). La Cuesta del Bailío comienza en la calle
Carbonell y Morand discurriendo hasta la calle Alfaros.
De los escalones que posee, 31 tienen el firme achinado, con dibujos
decorativos, llegando a la bifurcación, donde se encuentra una fuente.
Al fondo se divisa la Casa del Bailío,
con bella fachada renacentista, nombrada así por el cargo que ostentaba
su dueño y que da nombre a la cuesta, comunicando con la plaza de Capuchinos y con el Cristo de los Faroles.
La casa palaciega situada en la parte
alta de la Cuesta, que fue de
los Fernández de Córdoba, por una dignidad de esta familia (Bailío) dio
nombre definitivo a esta casa. Dicha casa (portada de Hernán Ruiz II),
es un buen ejemplo de la arquitectura cordobesa del siglo XVI al siglo
XVIII.
(1) En un principio, el bailío o baile era un agente de la administración real o señorial en un territorio determinado. El de categoría superior era "gran bailío de espada", que administraba justicia en nombre del rey o de un señor. Era el representante de la autoridad del rey o del príncipe, encargado de hacer aplicar la justicia y controlar la administración en su nombre.
Las tierras bajo la jurisdicción de un bailío se llamaron bailiaje, bailiazgo o bailía.
(1) En un principio, el bailío o baile era un agente de la administración real o señorial en un territorio determinado. El de categoría superior era "gran bailío de espada", que administraba justicia en nombre del rey o de un señor. Era el representante de la autoridad del rey o del príncipe, encargado de hacer aplicar la justicia y controlar la administración en su nombre.
Las tierras bajo la jurisdicción de un bailío se llamaron bailiaje, bailiazgo o bailía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario